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Las descubridoras. Españolas,  pioneras en América y en el mundo. 

Óscar Uceda by mileniArts • mar 01, 2019

Óscar Uceda en "La piel de todos" reconoce la grandeza de las españolas del siglo de oro.

Salvo algunas excepciones como las de la reina Isabel o Malinche, hasta hace relativamente poco tiempo la presencia de la mujer en el Nuevo Mundo ha sido ignorada por los historiadores.


Por suerte, en los últimos años se ha realizado exposiciones como “No fueron solos. Mujeres en la conquista y colonización del Nuevo Mundo” organizada por el Museo Naval o la obra de Eloísa Gómez-Lucena, Españolas en el Nuevo Mundo, el gran público va redescubriendo el importante papel desempeñado por la mujer en América en disciplinas tan variadas como la guerra, la agricultura, el gobierno, la enseñanza, la exploración e incluso podemos encontrarnos a una almiranta dirigiendo una expedición por el Pacífico.


De los 45.327 viajeros que partieron a las Américas, 10118 fueron mujeres de las cuales la mitad eran andaluzas y el resto castellanas y extremeñas en su mayoría. Ya en el tercer viaje de Colón una treintena de mujeres le acompañaron, siendo las primeras de las diez mil que comentábamos que embarcaron a lo largo del siglo.


En cuanto a su destino, de todo hubo y tal vez seria de justicia empezar por aquellas mujeres desconocidas que fueron sacrificadas en Zultepec al ser capturada la caravana de 550 miembros en la que viajaban en aquella ciudad mesoamericana. La gran mayoría de ellas eran de etnia maya, pero también había mulatas que acompañaron a esa infortunada columna capturada por los aztecas en 1520.


Fueron apresados vivos, encerrados, sacrificados y devorados uno a uno durante casi un año hasta que no quedó ningún superviviente. Por las cartas de relación de Cortés o a través de Bernal Diaz de Castillo en su Verdadera historia de la conquista de la Nueva España, tenemos relación histórica de parte de los acontecimientos que corroboran los hallazgos realizados por los arqueólogos mexicanos en los últimos años en el yacimiento de Zultepec-Teoaque.


En el zompantli, o estaca de calaveras, levantada con los cráneos de los sacrificados, los arqueólogos descubrieron que las cabezas estaban emparejadas, una de un hombre y otra de una mujer, y de diferentes etnias americanas, europeas, africanas y mestizas.


Cuando finalmente llegó una columna de socorro enviada por Cortés al mando de Gonzalo de Sandoval en 1521 se encontró el lugar inhabitado y decorado con las pieles y los cráneos de los españoles capturados a modo de ofrenda a los dioses y en una pared una inscripción hecha con carbón que decía “Aquí estuvo preso el sin ventura de Juan Yuste”. Yuste era uno de los cinco de a caballo de la columna aprehendida.


La venganza española fue terrible, el lugar fue destruido, sus habitantes perseguidos, ejecutados o esclavizados, pero el lugar paso a tomar otro nombre, Teoaque, que en lengua náhuatl significa “el sitio donde los señores fueron devorados”.


Las excavaciones en Zultepec-Teoaque han puesto de relieve lo evidente, la numerosa presencia de mujeres en la aventura cortesiana. La más conocida y decisiva de ellas fue Malinche o doña Marina, como la bautizaron los españoles. Joven de familia noble y habla nauatl, fue vendida como esclava a un cacique maya poco antes de ser entregada a los españoles después de su desembarco en el Yucatán. Malinche aprendió español y paso a ser la interprete y la amante de Hernán Cortés. Su papel de “lengua” y también de consejera fue determinante para los españoles ayudándoles a comprender la cultura y la política local.


El caso más conocido de mujer-soldado en América y de todo el Siglo de Oro fue Catalina de Erauso, la monja alférez. también destaca María de Estrada, muy hábil con la espada y la rodela y Beatriz Bermudez de Velasco,

. La mayoría de las que participaron en la hueste cortesiana sirvieron de enfermeras, destacando Beatriz González., Beatriz Hernández fue la responsable de la fundación de Guadalajara,

, Inés Suárez se destacó durante la conquista de Chile.


María Escobar, fue la primera en plantar trigo en el Perú.

Mencía Calderón, se convirtió en adelantada del rio de la Plata, una suerte de gobernadora, al morir su marido Juan de Sanabria. Mencía llegó a dirigir una expedición con 50 mujeres por las amazonas que duró seis años recorriendo más 1600 kilómetros de selva hasta que llegaron a Asunción.


Finalmente, merece un capítulo aparte la pontevedresa Isabel Barreto de Castro, la primera mujer almirante de la historia y hasta la fecha, la única mujer que ha servido con ese grado en la Armada española.


Con ello a pesar de los estereotipos, el siglo de oro presentó numerosos casos en que la mujer adquirió protagonismo, mérito, cargos y responsabilidades de las que no volvería a gozar hasta el siglo XX.


Extracto del libro LA PIEL DE TODOS de Óscar Uceda Márquez


Gracias por compartir :)

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