Por Hoy Aragón entrevista a Andrea Gil Ferrer
•
8 de abril de 2025
La comunicación está evolucionando cada día. Las redes sociales y la cantidad de canales y formas de comunicar facilitan que la información llegue de diversas maneras a todo el público. Esto ha acercado ciertos sectores antes desconocidos que, gracias a este tipo de divulgación se están dando a conocer de forma diferente. Para premiar este tipo de divulgación, los premios Aragón Influye nacen con el objetivo de visibilizar contenidos con propósito, desde la autenticidad y la conexión con lo cotidiano. Al frente de este proyecto está Andrea Gil Ferrer, profesional de la comunicación y fundadora de este certamen que busca transformar desde lo local. "La publicidad transformadora no consiste en vender algo, sino en hacer visible lo que tiene valor, en convertir en público y notorio lo que creemos que merece ser conocido”. Desde su punto de vista, cuando la publicidad se entiende como vehículo cultural, puede convertirse en una herramienta poderosa para amplificar historias que inspiran, conectan y generan impacto. A diferencia de otros premios orientados a creadores de contenido, Aragón Influye no mide el éxito por el número de seguidores. Gil lo resume con claridad: “aquí importa más lo que dices que cuántos seguidores tienes”. En lugar de premiar la viralidad, se busca reconocer el contenido que aporta, que habla de salud física y mental, gastronomía local, bienestar o emprendimiento desde entornos rurales. Según su creadora, la publicidad no es solo escaparate, sino una forma de cultura popular, presente en los hábitos, en el lenguaje y en las ideas que calan en la sociedad. PERFILES DE ARAGÓN INFLUYE Entre los perfiles que participan en el proyecto, se encuentran creadores que ayudan a reconectar con el bienestar, que descubren rutas poco conocidas por Aragón o que hacen visible la belleza de lo cotidiano. Gil subraya que estos contenidos "no se crean desde la pose, sino desde la cercanía", y que eso les otorga un poder transformador. Explica que "cuando alguien desde su pueblo o desde su barrio muestra cómo cuidar la salud o cómo disfrutar de lo que se tiene cerca, transmite autenticidad". En su opinión, ahí es donde surge la verdadera transformación. Otro de los pilares del proyecto es la colaboración con marcas que entienden la comunicación desde un enfoque más profundo. Gil destaca ejemplos como Fribin, que apoya el talento local desde Binéfar, con una apuesta clara por el kilómetro cero y la sostenibilidad. También menciona a Embou, que impulsa la conectividad como herramienta de emprendimiento en cualquier rincón del territorio aragonés. O a Cervezas AMBAR, que se alinea con las historias auténticas que construyen identidad desde lo cotidiano. También hay lugar para marcas muy arraigadas en el imaginario colectivo de la comunidad, como Frutos Secos El Rincón, que para muchos jóvenes ha supuesto su primera experiencia laboral. Andrea Gil considera que esta empresa "representa valores como el esfuerzo, la cercanía y la oportunidad, y destaca su modelo empresarial, estrechamente vinculado al día a día de la ciudadanía". Además de grandes marcas, el proyecto se apoya en actores más pequeños que son fundamentales para el ecosistema. Es el caso de la Denominación de Origen Somontano, que "agrupa bodegas que combinan arraigo, tradición e innovación de toda la comarca". O de Bodega Somos, que ofrece experiencias sensoriales ligadas al vino, al arte y a la naturaleza. También destaca la Clínica Dental Naval Navarro, que apuesta por una visión de la salud vinculada al deporte y al crecimiento personal. Otro ejemplo es Avanza, que, más allá de gestionar el transporte urbano en Zaragoza, contribuye a conectar municipios y comarcas, facilitando que muchas personas puedan estudiar, trabajar o emprender sin abandonar sus pueblos: "Es movilidad que une territorios, que facilita que muchas personas puedan estudiar, trabajar o emprender sin dejar su pueblo. Esas redes también transforman". Definitivamente Aragón Influye es publicidad, pero Gil lo define como un ejercicio de visibilidad: "hacer público lo que merece ser contado". En su visión, los contenidos forman ya parte de nuestra cultura popular, de la forma en que miramos, hablamos y nos emocionamos. Desde ahí, el proyecto pretende contribuir a redefinir el concepto de influencia: "Estamos transformando cómo se entiende la influencia, quién puede ejercerla y desde dónde. Y eso también es transformar el relato publicitario". En cuanto al futuro, Andrea Gil lo imagina "más humano, más próximo, más accesible y colaborativo". Considera que las instituciones, las marcas y los medios deben prestar más atención a lo que ocurre en los márgenes, donde hay personas generando comunidad y confianza sin grandes focos, pero con mucho impacto. Concluye con una afirmación que resume bien el espíritu del proyecto: el cambio también empieza desde aquí. Publicado en Hoy Aragón 7 de abril 2025