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Una vida feliz mediante la búsqueda de placeres : Epicureísmo
Reyes Ferrer • jun 13, 2020
El epicureísmo es un movimiento que abarca la búsqueda de una vida feliz mediante la búsqueda inteligente de placeres, la ataraxia (ausencia de turbación) y las amistades entre sus correligionarios. Para Epicuro de entre todas las virtudes, la más importante es la prudencia.
Epicuro
Nacido en Samos (Grecia) en 341 antes de Cristo, Epicuro, fundó, como también hicieron Platón y Aristótels, su propia escuela, El jardín. Ubicada en su propio hogar y donde desarrolló su pensamiento mientras mantenía reuniones y charlas con sus seguidores, algo muy parecido a lo que hoy seguimos haciendo de un modo otro, ya que para muchos el hogar y el trabajo también ocupan un mismo espacio. A diferencia de lo que ocurría con otros filósofos, los seguidores de Epicuro, eran de todo tipo y condición: mujeres, hombres , , ricos, pobres, esclavos... Tanto su escuela como sus ideas fueron muy criticadas, sobre todo por su defensa del placer como llave para la felicidad.
Aunque según se sabe, dejó a su muerte mucha literatura solo se han conservado 3 cartas.
De entre todas las virtudes, la prudencia
es para Epicuro la principal, por encima de la inteligencia,
ya que sin prudencia no se puede disfrutar de una vida sensata, justa y tranquila
Epicuro afirma que hay dos factores que determinan nuestra felicidad, el placer y el dolor. El primero nos acerca a ella y el segundo nos aleja de la misma. Por lo tanto nuestro objetivo debería ser erradicar el dolor. Pero para escoger bien nuestros placeres necesitamos hacer uso de una buena dosis de prudencia rechazando aquellos placeres que con el tiempo, o el abuso, podrían ocasionarnos dolor, como ocurre con las adicciones.
Elegir una vida sencilla, con sólidas amistades, sin excesos, basada en procurarnos buen ánimo y tranquilidad de espíritu, es esencial, según Epicuro, para alcanzar la felicidad.
Epicuro era un hombre inteligente, divertido, y también visionario. Pensaba de forma diferente y por eso recibió muchas críticas.
Ni negó ni afirmó la existencia de los dioses, Si existían no estaban ahí para intervenir en el mundo.
"¿Dioses? Puede que los haya. Ni lo afirmo, ni lo niego porque no lo se, y no tengo modo de saberlo, pero sí sé porque me lo enseña la experiencia diaria, que sí existen, ni se ocupan, ni se preocupan de nosotros"
Dio a la muerte una definición convincente y tranquilizadora, ya que la convirtió en la nada después de la vida, igual a la nada de antes de ésta,
Somos lo que hacemos, hagamos cosas que nos den placer pero siempre con PRUDENCIA.
